El caso (o caos) del proyecto Conga, impulsado por la más grande e importante empresa minera en el Perú, Yanacocha, es uno de cinco proyectos que quieren ser impulsados en la provincia de Cajamarca. Si bien Conga es el único que ha tenido protagonismo en los medios y en la discusión pública, ha traído consigo argumentos a favor y en contra, no solo en Cajamarca, pero también en Lima, donde se encuentra una gran concentración mediática y, además, los principales de muchísimos actores políticos y estatales necesarios para solucionar el conflicto.

“Conga va” famosa frase que está destruyendo la imagen de Humala en Cajamarca y distintas zonas del país, imagino. “Pero no de cualquier manera” es la lavada de manos que utilizan todos los que están en el gobierno (ministro Giesecke, Premier Lerner). La ambigüedad de esa última frase no compite con la solidez de la primera. La contradicción aparece cuando estas declaraciones son hechas pocos meses después de que el entonces candidato Ollanta Humala hacía promesas por el agua en la misma Cajamarca. Y a pesar de que muchos analistas y medios consideran ingenuamente que el pueblo cajamarquino es impulsado a marchar por actores ocultos y externos, ellos no olvidan las promesas del ahora Presidente, a quien le recuerdan que votaron por él: “Ollanta Humala, el pueblo te ha elegido”.

¿Por qué caos? No solo es un desorden el pensar en los actores y sus posiciones. Tenemos a los que están en contra del proyecto minero. La población agrícola en Celendín y en otros caseríos aledaños a la zona del proyecto; al cuestionado presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos; al activista ambiental Marco Arana y su ONG Grufides, con sus apasionados mensajes en las redes sociales y su trabajo con las comunidades desde hace unos años. De estas personas y grupos se ha dicho mucho. Desde que defienden la vida, su futuro, el agua, el ambiente, su territorio y todo esto de manera legítima y válida. Por otro lado, se dice que solo buscan eliminar la minería sin entenderla, crear caos, evitar que el progreso y el desarrollo llegué al país, ‘perros del Hortelano’, y lo que más se menciona desde la lejana Lima es que son guiados por extremistas, antimineros, grupos oscuros, negándoles inteligencia colectiva o participación política.

Por otro lado, también hay actores que defienden el proyecto: pensamos en la misma empresa Yanacocha, obviamente; los pobladores de Cajamarca que trabajaban para la mina y se ven beneficiados por ella. Y también están los que no definen bien su posición, o la presentan de manera muy ambigua. Aquí posiciono al Gobierno, desde el Presidente Humala con sus declaraciones de “queremos agua y oro” y “Conga va pero no de cualquier manera” hasta los ministros Descalzi y Giesecke y el Premier Lerner que manejan el mismo discurso.

Profundicemos en las contradicciones de los ministros de Energía y Minas y el de Ambiente. Carlos Herrera Descalzi (MEM) sostuvo que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por Yanacocha ya había sido aprobado por la gestión de García en el 2010 y que en general estaba bien. Pero el Minam, con su titular Ricardo Giesecke, realizó un informe del EIA, publicado por IDL Reporteros, que indicaba gran impacto irreversible en los ecosistemas en los alrededores de las cuencas de las lagunas.

Lo sorprendente no solo fueron las consecuencias que traería la mina consigo en la zona, sino que, tras ser escandalizados por esta información que parecía ser de lo más relevante, el mismo ministro Giesecke salió en todos los medios que pudo en un solo día a él mismo decir que “Conga va, pero no de cualquier manera” y que su propio informe no sería capaz de paralizar un proyecto como el de Conga.

Por otro lado, los medios. Al iniciar el paro, cuando los pobladores ingresaron a la zona del proyecto, los medios defendían este acto o lo condenaban. La República y La Primera serían los que defienden esta causa, mientras los otros medios escritos se inclinan hacia la cuestión de la minería, que va de mano con el discurso económico y de desarrollo que se sabe que manejan desde siempre: Correo, El Comercio y Perú 21.

El pasado martes, Yanacocha publicó un comunicado en el que dice que se suspenderán las actividades del proyecto a raíz de las protestas. Si bien el comunicado es de la empresa, y menciona al “supremo Gobierno”, poco después Salomón Lerner salió a decir que esta decisión fue tomada por el gobierno. Tal vez habría mayor credibilidad a estas declaraciones si el comunicado lo hubiera hecho el Gobierno desde algún medio oficial. La forma en que se expresó la suspensión del proyecto no resultó ser la solución para el problema de confianza por el que está pasando el gobierno de Ollanta Humala.

Como sea, coincido con lo que ha comunicado la CNDDHH, al decir que el proceso de diálogo debe reanudarse lo antes posible. Sobre todo el gobierno debe dar muestras de interés desde el lugar del conflicto. Ahora que las actividades mineras han sido suspendidas, es el momento en el que el gobierno debe trabajar más.